La entrada en vigencia del nuevo Código Penal representa un riesgo grave para el ejercicio de los derechos a la libertad de expresión, de reunión, de asociación y de manifestación pacífica,  en un contexto electoral caracterizado por la existencia de impunidad generalizada y de procesos de criminalización y uso indebido del derecho penal para impedir el ejercicio del derecho a defender derechos humanos.

El pasado 7 de octubre de este año , se reformó el delito de usurpación, el Congreso Nacional adicionó el artículo 378-A, que establece como agravante que cualquier acción de protesta ejercida por dos o más personas, incrementa la pena de prisión de seis a diez años e inhabilitación absoluta.

Varios sectores han manifestado que el Gobierno del presidente Juan Orlando  Hernández sigue aprobando y modificando leyes para protegerse de cara a las elecciones del 28 de  noviembre.

El ambiente político es convulso e incierto en Honduras y eso hace prever que existirán protestas en las calles y entonces con las figuras penales antes descritas los operadores de justicia tienen una herramienta más de represión para evitar un alzamiento popular si se diera otro fraude electoral.

Represión en elecciones de 2017

El 2017 en Pimienta, Cortés, hubo nueve detenidos que fueron enviados a la cárcel conocida como El Pozo, ubicada en Ilama, Santa Bárbara. Otros en El Progreso, Yoro,  en la capital se realizaron un sinnúmero de detenciones y los defensores  Edwin Espinal y Raúl Álvarez fueron acusados por manifestarse,  permanecieron 19 meses en la cárcel de máxima seguridad en Moroceli, El Paraíso, conocida como La Tolva, donde fueron objeto reiteradamente de vejámenes.

En enero 2018, varios militares agredieron físicamente y dañaron el equipo de grabación al camarógrafo de Une Tv, Pedro Amador, quién cubría una manifestación frente a Casa Presidencial, durante una protesta contra la imposición de Hernández. Asimismo, en cobertura post electoral, los efectivos castrenses atacaron y dañaron el equipo del camarógrafo Kevin Castillo, del canal Televida, de Choluteca

Carlos de Cid de la Acción Ecuménica por los Derechos Humano, (AEDH) explicó que las defensoras y defensores avizoran que el contexto estará lleno de mucha violencia por la pugna del poder, porque quienes lo ostentan en este momento no estarán dispuestos a cederlo de manera fácil. “Probablemente se van a oponer alegando fraudes y utilizarán la violencia de la cual disponen al tener en sus manos la fuerza del ejército y de la policía”, argumentó Del Cid.

Añadió que las reformas que recientemente se hicieron al Código Penal y Código procesal Penal, tienen una dedicatoria enfilada a posibles levantamientos y  protestas que las personas ejecuten en relación a lo que se va a dar después de las votaciones.

“El papel de nosotros las organizaciones defensoras de Derechos Humanos ante esta situación será acompañamiento y protección a las personas que protestan y exigen sus  derechos que pueden ser conculcados por parte del actual gobierno al no querer ceder el poder ante los resultados electorales”, afirmó.

Agregó el defensor de los derechos humanos que las acciones que tomarían las organizaciones a parte de la protección sería la denuncia tanto nacional como internacional por los abusos que el poder ejecutaría al no querer ceder en base a los resultados electorales.

Muertes, torturas e impunidad dejó elecciones 2017

"El análisis realizado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) en Honduras, revela que la respuesta del Estado a las protestas postelectorales dio lugar a graves violaciones a los derechos humanos. Sobre la base de su observación, la OACNUDH considera que elementos de las fuerzas de seguridad, especialmente la Policía Militar del Orden Público y el Ejército, utilizaron una fuerza excesiva para controlar y dispersar las protestas, incluso fuerza letal, lo que provocó muerte y heridas de manifestantes y transeúntes. Al momento de finalización de este informe, el 27 de enero, la OACNUDH registró que al menos 23 personas resultaron muertas en el contexto de las protestas postelectorales, entre ellas 22 civiles y un agente de policía. Sobre la base de su observación, la OACNUDH considera que al menos 16 de las víctimas murieron violentamente a causa de disparos efectuados por las fuerzas de seguridad, entre ellas dos mujeres y dos niños, y que al menos 60 personas habían resultado heridas, la mitad de ellas como consecuencia del uso de armas de fuego", señala el informe titulado "Las violaciones a los derechos humanos en el contexto de las elecciones de 2017 en Honduras", en las violaciones de derechos humanos que tuvieron lugar en el país entre el día de la votación, el 26 de noviembre de 2017, y la toma de posesión del Presidente, el 27 de enero de 2018.

Señala la publicación que "el 27 de enero, la OACNUDH registró que al menos 23 personas resultaron muertas en el contexto de las protestas postelectorales, entre ellas 22 civiles y un agente de policía. Sobre la base de su observación, la OACNUDH considera que al menos 16 de las víctimas murieron violentamente a causa de disparos efectuados por las fuerzas de seguridad, entre ellas dos mujeres y dos niños, y que al menos 60 personas habían resultado heridas, la mitad de ellas como consecuencia del uso de armas de fuego".

Además, la OACNUDH observó que se produjeron detenciones masivas y que al menos 1.351 personas habían sido detenidas entre el 1 y el 5 de diciembre por violar el toque de queda. La OACNUDH también recibió denuncias múltiples y creíbles de malos tratos en el momento de la detención o durante la detención. También recibió denuncias de allanamientos ilegales de viviendas llevados a cabo por miembros de las fuerzas de seguridad.

Por su parte Kenia Irías, Directora del departamento de conflictividad de la oficina de Derechos Humanos dijo que “como Secretaría de Derechos Humanos estamos integrando la Mesa Interinstitucional de Prevención de Conflictos Sociales”.

Manifestó que esta estrategia se inició desde el proceso electoral conformando un trabajo de articulación en el que participan la Secretaría de Gobernación, Secretaría Defensa, Secretaría de Seguridad,  el Consejo Nacional Electoral, la Secretaría Derechos Humanos y el CONADEH; con el fin de poder fortalecer los espacios de coordinación y articulación en la prevención de conflictos antes, durante y después del proceso electoral.

“La Mesa Interinstitucional ha estado haciendo llamados a realmente a promover el respeto de los Derechos Humanos y la promoción de una cultura de paz en el marco del proceso electoral, que  se ha desarrollado seis foros en igual número de departamento,  articulando esfuerzos especialmente para poder coordinar a la institucionalidad que tiene competencia en el marco del proceso electoral y de los derechos humanos”, manifestó.

Estos espacios de construcción de participación ciudadana están solicitando un compromiso a los candidatos mediante la firma de un pacto por la Paz y los derechos humanos, esfuerzo acompañado por el sistema Naciones Unidas; PNUD, ONU Mujeres y el Alto Comisionado de los Derechos Humanos.

Un informe del Centro de Estudios para la Democracia, (CESPAD), advirtió que la normalización de la crisis en Honduras ha llegado a un nivel preocupante, en el sentido que la respuesta estatal no solo es inexistente sino que inoperante y sin ninguna dirección estratégica cuando mínimamente la institucionalidad pública decide actuar.

“En el contexto electoral, la crisis de los derechos humanos y territoriales está invisibilizada por los principales medios de comunicación y discursos políticos, acentuándose un escenario de invisibilidad política de las demandas de las organizaciones”, manifiestó la organización en un   comunicado.

El documento señala que la crisis es una oportunidad que utiliza el Partido Nacional para ejercer control sobre su base electoral tradicional y atraer nuevos votantes a sus filas partidarias.

Algunos críticos del sistema aducen que la nueva legislación se hizo para proteger el poder económico y político criminalizando la protesta social para favorecer un supuesto desarrollo.

En agosto de 2019 Edison Lanza, Relator Especial para la Libertad de Expresión, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, advirtió sobre una serie de violaciones a los derechos fundamentales contenidas en el nuevo Código Penal.

 

Vea informe de OACNUDH sobre violaciones a derechos humanos en elecciones 2017 y post elecciones Aquí 

 

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Las reformas al Código Penal, Código Procesal Penal y Ley Especial contra el Lavado de Activos, contravienen las obligaciones del Estado de Honduras en materia de derechos humanos, restringen el espacio cívico y limitan las capacidades para conducir investigaciones efectivas en casos de corrupción, señaló la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Honduras, OACNUDH, este 05 de noviembre de 2021.

Honduras pasa por uno de los peores momentos en materia de derechos humanos. La protesta social es uno de los derechos más reprimidos. Las personas que demandan derechos son llevadas a la cárcel , amenazadas o perseguidas. 

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Cristopher Flores, Alex Laguna y Josué Fonseca, obtuvieron  un sobreseimiento provisional mientras que Eduardo Molina y Joel Rojas, se les acusó por daños e incendio, tienen  auto formal procesamiento con medidas sustitutivas a la prisión preventiva, en la Audiencia Inicial desarrollada el 24 y 25 de febrero de 2021.

El medio surge para ayudar a los periodistas, trabajadores de los medios de comunicación y los grupos vulnerables de Honduras (jóvenes, mujeres, indígenas y personas LGBTI) a ejercer su libertad de expresión y documentar los abusos de derechos humanos.

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