En la Declaración de la Alta Comisionada de la Organización de las Naciones Unidas, para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, manifestó que “Debería ser claro que proteger el medio ambiente, asegurando la biodiversidad, es el mejor caminos para proteger la salud y bienestar”.
Asimismo la Corte Interamericana de Derechos Humanos, CorteIDH, se ha pronunciado conforme a la importancia de este tema en el cual explicó que "Se trata de proteger la naturaleza y el medio ambiente, no solamente por los efectos que su degradación podría causar en otros derechos de las personas, como la salud, la vida o la integridad personal, sino por su importancia para los demás organismos vivos".
No obstante, para las y los defensores del medio ambiente en las comunidades hondureñas frente al COVID-19, representa un riesgo mayor ya que hay ambientalistas guardando prisión por la defensa de la naturaleza.
La defensora ambiental del poblado de Guapinol, Gabriela Sorto, ha dicho a pasosdeanimalgrande.com que durante la pandemia no han podido ver a los defensores de su comunidad y del sector San Pedro, encarcelados en el presidio de la ciudad de Olanchito, departamento de Yoro, situación que es preocupante por la salud de ellos porque en ese recinto carcelario siguen ingresando presos que podrían contagiar a las otras personas privadas de la libertad.
Además, dijo que ante la pandemia siguen exigiendo la salida inmediata de la empresa Minera Los Pinares y de la planta industrial de procesamiento de hierro de Inversiones ECOTEK, que no han dejado de trabajar a pesar de toda la crisis sanitaria que vive el país, “continúan con la destrucción del río, provocando que se vayan sacando sus fuentes de agua”.
Del mismo modo las comunidades defensoras del medio ambiente siguen exigiendo al Estado de Honduras se respete la voluntad de los pueblos que han decidido que las mineras salgan de sus territorios al igual que las empresas madereras que destruyen los bosques.