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Foto: Once Noticias

Luego que la mandataria hondureña Xiomara Castro Sarmiento, anunciara mediante un tuit que había instruido al canciller Eduardo Enrique Reina a realizar las diligencias del caso para establecer relaciones con la República Popular China, reacciones diversas no se han hecho esperar tanto de sectores conservadores como del gobierno de los Estados Unidos, que tiene intereses económicos y geoestratégicos en la región y una fuerte presencia y hasta toma de decisiones en Honduras.

El fantasma del comunismo ya está en el escenario político hondureño en la anunciada relación del gobierno de la presidenta Xiomara Castro con China Popular, al igual que sucedió en las relaciones de Honduras con la Alianza Bolivariana para las Américas y posterior el golpe de Estado de junio de 2009 , que sacó del poder al presidente Manuel Zelaya Rosales.

El economista Fredy Tejada asegura que lo ven de esta forma porque Estados Unidos quiere tener la hegemonía de toda esta región y con el paso que dio Honduras se debilita la misma, afirma que el país tiene la autodeterminación como nación soberana, “yo lo veo más bien como declaraciones políticas y nada tiene que ver con la parte diplomática y comercial”, dijo.

Tejada en conversación con Pasos de Animal Grande manifestó que China que es un país de la segunda potencia mundial y que puede cumplir las necesidades de Honduras y no solamente lo de la deuda externa, “yo creo que esta relación también puede ayudar en la parte de la inversión estratégica que requiere este gobierno, hace falta ejecutar muchas cosas en el país especialmente en el Valle de Sula que requiere un fuerte financiamiento, capital fresco masivo y en ese sentido yo creo que con China existe esa posibilidad”, aseguró.

Relaciones diplomáticas de Honduras y Estados Unidos no se verán afectados

El entrevistado aseguró que las relaciones entre el país centroamericano con Estados Unidos quedan igual porque solo es una relación diplomática, es decir que China tiene un embajador aquí, Honduras un embajador en China, algo que no acontece en este momento pero las relaciones comerciales siempre han existido entre Honduras y China.

“Yo creo que podría ser un aliciente para Estados Unidos para que este país mejore lo que nos ofrece, porque hay que reconocer que si bien Estados Unidos es un socio comercial muy fuerte de Honduras en donde el 50 por ciento de las exportaciones van hacia ese mercado también es cierto que en temas de cooperación norteamericana es bastante limitada y estratégica, podemos decir que el beneficio es menor que el costo porque Estados Unidos tiene acá una base militar y eso es bastante caro”, excluye.

Mencionó que lo que se está jugando con China puede servir para motivar a Estados Unidos a ofrecer mejores condiciones de cooperación y ayuda a Honduras.  

Pero aunque por el tema económico se ve de una forma positiva, el ingreso de capital fresco a un país que vive y sobrevive con una economía resquebrajada y que mantiene hundida a gran parte de la población hondureña en la pobreza y pobreza extrema, no es tan positivo en tema de derechos humanos sobre todo si se retrocede a la historia y se puntualiza la época del oro verde en Honduras, que la relación con el país del Norte quedó retratada grotescamente en la Carta Rolston.

Este documento que de una u otra forma cambió la historia de Honduras y tiene mucho que ver en la forma de producción y esclavismo que vivieron los hondureños acentuados en la zona norte del país, con las compañías bananeras y el servilismo de los gobernantes de la época que gran parte se repite en la actualidad.

Siendo solo un pliego de instrucciones redactado en julio de 1920 por Hiller V. Rolston, uno de los hombres más fuertes de la transnacional United Fruit Company, en él se refleja con dureza y claridad el feroz colonialismo económico que las bananeras estadounidenses llevaron a cabo en Centroamérica, donde han ejercido control casi total sobre la tierra, sus recursos y pobladores.

Dentro de todo lo que se ve que fue un plan bien montado, el documento también expone que, “debemos obtener concesiones, privilegios, franquicias, abrogación de impuestos aduaneros, exonerarnos de toda carga pública, de gravámenes y de todos aquellos impuestos y obligaciones que mermen nuestras utilidades y de nuestros asociados. Debemos erigirnos una situación privilegiada, a fin de imponer nuestra filosofía comercial y nuestra defensa económica”.

En otro de sus apartados también manifiesta “debemos producir un desgarramiento en la incipiente economía de este país, para aumentar sus dificultades, y se facilitan nuestros propósitos. Debemos prolongar su vida trágica, tormentosa y revolucionaria. El viento sólo debe soplar a nuestras velas, y sus aguas humedecer no más que nuestras quillas”, dice textualmente el numeral nueve del documento.

Esta carta deja al desnudo que los derechos humanos de las y los hondureños han sido vulnerados a lo largo de los años y que siempre los grupos de poder y las élites gobernantes solo ven para su bien propio y no para el bien común.

Aunque Honduras ya es parte de algunos tratados entre ellos el Tratado de Libre Comercio Centroamérica-Estados Unidos, en cual exponen que la rama fundamental del tratado consiste en las disposiciones concernientes al trato comercial, arancelario, movimiento aduanero, origen de los productos y las reglas internas para el trafico de mercancias. Sin embargo, en estos tratados no van reflejados los derechos humanos porque aunque si hay libre circulación de mercancías no sucede lo mismo con la libre circulación de las personas. Incluso hay países que aunque tengan tratados en común más bien han construido muros para que sus conciudadanos no traspasen fronteras.

Las relaciones diplomáticas deben ir acompañadas con respeto a los derechos humanos

El ex titular del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) y ex embajador de Honduras ante la ONU y la Unión Europea, Roberto Herrera Cáceres, conversó con Pasos de Animal Grande y manifestó que Honduras parte de una base donde este tipo de relaciones deben ir acompañados con respeto prioritario en derechos humanos desde todos los puntos, recordó que el principio de universalidad obligan a respetar los derechos humanos no solamente en su conjunto sino que en todas las dimensiones.

Considere que hay mucho que hacer en tema de derechos humanos, “yo llevo años trabajando desde el punto de vista de mostrar un nuevo orden mundial particularmente ahora después de que sea un orden de dignidad humana, ya no que vuelva las Naciones Unidas verdaderamente a ser una organización que se ocupa efectivamente de la dignidad humana más que de las relaciones formales que han tenido los Estados”, mencionado.

A juicio de Herrera no hay problema en visualizar relaciones bilaterales y no existiría con todo el mundo, pero sin afectar las relaciones que ya existen, los estados subdesarrollados deben respetar principios y mantener relaciones contables y aprovechar las que tienen que ver con el ser humano y el bienestar en el país.

“Yo creo que buscar hacer algo con una buena intención y en beneficio para Honduras y crear oportunidades para todos y todas sin discriminación es positivo, sobre todo si todos contribuirán porque faltan ejercicios de los y las ciudadanas de su derecho a la participación, el pueblo debe estabilizarse activo porque la soberanía no es de un gobierno sino que es del, por lo tanto en el marco del respeto el pueblo debe hacer valer su voz”.

Tratados preocupan por posibles conflictos de prevalencia entre DDHH y derechos comerciales

En uno de los escritos titulados Tratados de Libre Comercio (TLC) y Derechos Humanos, un desafío para el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, del constitucionalista Joaquín Mejía Rivera, exponen que las naciones y deben el derecho a mantener relaciones con todas las potencias sin descuidar ninguna.

Además manifiesta que los posibles conflictos de prevalencia entre DDHH y derechos comerciales son tema de preocupación, sobre todo porque los TLC contienen mecanismos precisos que garantizan varias sanciones en caso de incumplimiento, mientras que algunos tratados de derechos humanos no están acompañados de los mecanismos idóneos para su cumplimiento.

La investigación del también defensor de los derechos humanos, manifiesta que en América Latina los procesos de integración económica están facilitando que poderosas empresas transnacionales adquiriran mayor protagonismo en el comercio, la inversión y los servicios y en otros aspectos claves de las economías nacionales que parecen afectar las capacidades de los Estados para cumplir con sus obligaciones internacionales en materia de derechos fundamentales.

A la vez reconoce que aunque estas empresas generan empleo para millones de personas, también es necesario señalar que algunas de sus prácticas pueden tener un efecto negativo sobre tales derechos, sobre todo por la forma en que sus procesos de producción repercuten en los trabajadores, las comunidades y el medio ambiente.

El documento también expone que “es importante que la sociedad civil ejerza un monitoreo permanente sobre la implementación de los TLC para construir un caso que pueda ser sometido a conocimiento de los órganos del SIDH y comenzar a generar jurisprudencia al respecto”.

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